A veces, cuando menos me lo espero la vida me sorprende. Después de darle muchas vueltas al asunto resulta que viene a mi un arma que me puede ayudar a sanar mis emociones pasadas, o por lo menos a soltarlas.
Es el arma de la verdad, o al menos así le llaman. He de confesar que me da miedo, me da pánico soltar tantas cosas que llevo dentro y, sobre todo me paraliza el daño que puedo causar con todo eso.
No quiero que eso pase y por eso no he dicho nada nunca. No tengo el valor para hacerlo, sinceramente me es imposible destapar la olla por que el dolor puede ser mortal para las personas que mas quiero y después de tanto tiempo creo que puedo pasar el resto de mis días sin hacer mención al tema.
He leído que para estar en paz y sanar el alma hay que decirlo todo, soltar lo que llevamos dentro, pero para mi eso es imposible, para salvarme yo no quiero matar de pena a nadie, y si hablo, eso es lo que pasaría.
Esa es mi encrucijada, mi pena y lo que me encoje el estómago.
Se que sería comprendida, por que ya hay antecedentes en la familia, pero... que gano a éstas alturas con abrir la boca, nada. Eso sí lo tengo claro.Pero esto es otra cosa....
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1 comentario:
No sé si leas tu propio blog, pero yo como familiar directa de una sobreviviente ASI, que duró años en el absoluto silencio, te digo: Hazlo, vale la pena aunque le duela a tu mamá, tu padre o tu hermana... los secretos pesan, destruyen el alma y aunque sí se puede sanar, es mejor cuando hay una mano al lado para sostenerte.
Obviamente lo más difícil es hablarlo la primera vez, hiere; pero sabes qué más hiere.. saber que esa persona que tu tanto amas (sea tu sobrino, tu hijo, tu hermana menor) halla sufrido en silencio, haya cargado una culpa ajena, en cambio al hablar después del shock, viene el dolor y después el "vamos a trabajar para sanar, vamos a asumir esto y saber que como familia unida podremos y estaremos"....
Un abrazo grande ojalà lo leas y lo pienses
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