Me da un vuelco el corazón sólo pensar que alguien cercano a mi pueda ver lo que escribo, aunque nadie sabe de la esistencia de éste blog, en fin, imagino que no tengo de que preocuparme.
Mi entorno no esta preparado para saber, ni yo para que ellos sepan, ni para decir.
Así que todo queda aquí.
En el espejo ciego me paro a ver el dolor reflejado la verdad al revés. Tanto he sufrido y tanto he ido olvidando, que cuando escribo no se a quién le hablo. Para saber si existo canto y no sé si lo que soy ya fuí o si seré. . . . . . . . . . . . . . Los sentimientos son explosivos o paralizantes. Expresarte es sanar. No hacerlo puede resultar en la ruptura de la persona, la inestabilidad emocional, mental, una dolencia física o enfermedad.
viernes, 29 de agosto de 2014
jueves, 28 de agosto de 2014
28 - 8 - 2014
Tan solo una palabra debería bastar para hacer reaccionar a quien tengo al lado, pero no, no solo basta una palabra. Al parecer, la persona con quien comparto mi vida y que más me debería conocer parece un total desconocido hacia mi. No entiende mis señales, no comprende mi situación, no es capaz de ver mas allá.
A veces, siento que me doy trompazos con la pared, no consigo traspasar la barrera ficticia que me separa o que me hace no comprender por qué con una simple "llamada de atención" no me entiende ni me hace caso.
Para cuándo esas miradas cómplices que no necesitan de palabras para entendernos, ya lo viví antes, por que ahora no puedo, qué me lo impide. No entiendo que es lo que ensucia nuestra complicidad.
Cuando lo miro, ni siquiera dirige su mirada a mi. Antes si, por qué ahora no, que nos hizo cambiar esa actitud. Cómo puedo hacer para volver a tener esa complicidad que antes teníamos y que no se cómo perdimos.
Sé que todo pasa por una razón y que no hay mal que por bien no venga....
Tengo miedo y no se a qué.
.
A veces, siento que me doy trompazos con la pared, no consigo traspasar la barrera ficticia que me separa o que me hace no comprender por qué con una simple "llamada de atención" no me entiende ni me hace caso.
Para cuándo esas miradas cómplices que no necesitan de palabras para entendernos, ya lo viví antes, por que ahora no puedo, qué me lo impide. No entiendo que es lo que ensucia nuestra complicidad.
Cuando lo miro, ni siquiera dirige su mirada a mi. Antes si, por qué ahora no, que nos hizo cambiar esa actitud. Cómo puedo hacer para volver a tener esa complicidad que antes teníamos y que no se cómo perdimos.
Sé que todo pasa por una razón y que no hay mal que por bien no venga....
Tengo miedo y no se a qué.
.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)